martes, 29 de mayo de 2012

Rescate perfecto.

Al ver este rescate diría uno que podría ser de un país muy desarrollado, al estar los helicópteros sobre el edificio se ve en el vídeo que hay fuertes vientos, pero controlan perfectamente los helicóptero los pilotos, fue un rescate perfecto.


Rescate perfecto.


Al ver este rescate diría uno que podría ser de un país muy desarrollado, al estar los helicópteros sobre el edificio se ve en el vídeo que hay fuertes vientos, pero controlan perfectamente los helicóptero los pilotos, fue un rescate perfecto.



Rescate perfecto.


Al ver este rescate diría uno que podría ser de un país muy desarrollado, podría decir que fue un rescate perfecto.

martes, 22 de mayo de 2012

Lavadora terrorífica


En el video se aprecia como la maquina de lavar no cuenta con  ningún ruptor de emergencia, en algunas marcas de maquinas de tipo industrial  de lavar como Maytag,  cuentan con ruptor de emergencia, al oprimir el ruptor se corta el suministro de corriente de la maquina y se libera el seguro de la puerta o escotilla, claramente en el video se aprecia que la maquina donde esta encerrado el niño no cuenta con un ruptor de emergencia y el encargado tiene que meterse a la parte posterior de la maquina para desconectarla, el tiempo aproximado para desconectar la maquina es de mas de un minuto, con un ruptor de emergencia tardarían segundos en detener la maquina y liberarse el seguro de la escotilla, increíble, verdad.
Los ruptores de emergencia se pueden instalar si la maquina no cuenta con uno de fábrica.
Por fortuna el niño del video solo resulto con algunos golpes.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Aura, Novela de Carlos Fuentes.

La historia comienza cuando Felipe Montero, un joven historiador inteligente y solitario que trabaja como profesor con un sueldo muy bajo, encuentra en el diario un anuncio que solicita un profesional de sus cualidades para un trabajo con un muy buen sueldo. El trabajo, en la calle Donceles 815, consiste en organizar y terminar las memorias de un general para que puedan ser publicadas. En dicha casa habitan la viuda del coronel, Consuelo Llorente, y su sobrina Aura. La novela transcurre alrededor de Aura, dueña de unos impresionantes ojos verdes y una gran belleza, y su extraña relación con su anciana tía. Felipe se enamora de Aura y quiere llevársela de allí porque piensa que Aura no puede hacer su vida por Consuelo que la tiene atrapada. Al adentrarse en las fotografías y escritos del coronel y la viuda, Felipe pierde el sentido de la realidad y encuentra una verdad que supera la fantasía y amor.

 Personajes

Aura: Es el personaje más misterioso de la novela. Es la sobrina de Consuelo Llorente. Su rasgo físico más característico son sus ojos verdes,[1] además de que siempre aparece vestida de tafetán verde.[2
] Representa la juventud y la belleza, en contraste con su tía, ante quien suele comportarse sumisamente.[1] En su presencia, por lo general es silenciosa y tímida y tiende a actuar mecánicamente, como dependiendo de alguien más para realizar cualquier acción.[3]
Consuelo: Es una anciana de más de cien años de edad, dueña de la casa a la que acude Felipe a solicitar trabajo. Es una señora con la piel muy arrugada, pelo blanco y con un rostro casi infantil de tan viejo. Suele vestir con un camisón de lana, abotonado hasta el cuello, y pasa gran parte del tiempo en cama, aunque en algunas ocasiones baja a comer e incluso en una ocasión sale de la casa. Es descrita como una vieja pequeña y delgada, casi esquelética, y con una voz débil y aguda. Felipe la cataloga como una persona manipuladora, inclusive tirana, por su forma de tratar a Aura. Le obsesionan ciertas cosas, entre ellas que las memorias de su marido sean publicadas antes de que muera.[1] También tiene una profunda devoción religiosa. Acostumbra realizar ciertos rituales, entre ellos algunos religiosos, aunque el más notable es en el que da vida a Aura. En contraparte de su sobrina, que representa la juventud, esta señora representa la vejez y por momentos inclusive la falta de sentido de la realidad y las obsesiones.[1] Tiene 109 años, y 15 en 1867 cuando se casó con el general Llorente y se fue a vivir a París con él. Tenía 49 años al morir su esposo.
Felipe Montero: Es el protagonista de la historia. Es un joven historiador que acude a casa de la señora Consuelo debido a un trabajo que ofrecía la anciana, mismo que podía realizar Felipe debido a sus conocimientos de la lengua francesa y otras características.[1] Al inicio de la novela se indica que es antiguo becario en la Sorbona, historiador y profesor auxiliar en escuelas particulares, donde gana 900 pesos mensuales. Físicamente se le describe como un hombre joven, con cejas pobladas, boca larga y gruesa, ojos negros, pelo oscuro y lacio, perfil recto y mejillas delgadas. Más adelante se revela que tiene planeada una obra propia, acerca de los descubrimientos y conquistas españolas en América. Aparentemente se deja llevar por sus emociones, pues al dudar inicialmente sobre si quedarse a vivir o no en aquella casa para realizar el trabajo, toma definitivamente la decisión de quedarse al ver a Aura. A pesar de esto, también tiene bastante control sobre sus acciones y sentimientos, especialmente por lo que siente por Aura.[3] esto es tomas.